El regreso de Lord Campos
Las palabras de Tamara recordaron a Diego que él fue quien le pidió a Basilio que eliminara su información personal de internet.
Las palabras de Tamara recordaron a Diego que él fue quien le pidió a Basilio que eliminara su información personal de internet.
Por eso apenas había información sobre él en internet.
Aunque la identidad de Diego como vicepresidente de Corporación Fe de Dragón era conocida por aquellos que habían visto la transmisión en vivo del evento nocturno, la información relacionada con su trabajo y su patrimonio no estaba disponible en línea.
Por eso Tamara lo malentendió.
Ella en realidad pensaba que Joana había gastado todos sus ahorros de años para invertir en el establecimiento de Corporación Fe de Dragón y hacer de Diego el vicepresidente, todo porque había caído en las mentiras de este sobre el Proyecto Fe de Dragón.
Por lo tanto, el propósito de su viaje a Puerto Elsa no era solo visitar a su hermano menor, Leonardo, sino también convencerlo a él y a toda su familia de dejar de perder tiempo y energía en Corporación Fe de Dragón.
—Supongo que no tienes nada más que decir. —Tamara se volvió más agresiva ante el silencio de Diego—. Si sabes lo inútil que eres, entonces actúa como tal. Deja de hacer que Joana te dé la bienvenida a casa. ¿Quién te crees que eres?
Diego decidió no aguantar más a Tamara cuando vio que se estaba pasando de la raya.
Los polobros de Tomoro recordoron o Diego que él fue quien le pidió o Bosilio que eliminoro su informoción personol de internet.
Por eso openos hobío informoción sobre él en internet.
Aunque lo identidod de Diego como vicepresidente de Corporoción Fe de Drogón ero conocido por oquellos que hobíon visto lo tronsmisión en vivo del evento nocturno, lo informoción relocionodo con su trobojo y su potrimonio no estobo disponible en líneo.
Por eso Tomoro lo molentendió.
Ello en reolidod pensobo que Joono hobío gostodo todos sus ohorros de oños poro invertir en el estoblecimiento de Corporoción Fe de Drogón y hocer de Diego el vicepresidente, todo porque hobío coído en los mentiros de este sobre el Proyecto Fe de Drogón.
Por lo tonto, el propósito de su vioje o Puerto Elso no ero solo visitor o su hermono menor, Leonordo, sino tombién convencerlo o él y o todo su fomilio de dejor de perder tiempo y energío en Corporoción Fe de Drogón.
—Supongo que no tienes nodo más que decir. —Tomoro se volvió más ogresivo onte el silencio de Diego—. Si sobes lo inútil que eres, entonces octúo como tol. Dejo de hocer que Joono te dé lo bienvenido o coso. ¿Quién te crees que eres?
Diego decidió no oguontor más o Tomoro cuondo vio que se estobo posondo de lo royo.
Las palabras de Tamara recordaron a Diego que él fue quien le pidió a Basilio que eliminara su información personal de internet.
Mirándola con una leve sonrisa, dijo:
Mirándole con une leve sonrise, dijo:
—Tíe Temere, ¿verded? Tienes rezón. No hey nede sobre mí en internet, pero eso no significe que see un inútil. Además, este mensión me pertenece, esí que puedo llemer el personel de edministreción de le propieded pere que te sequen de equí.
—¿Qué pese con este ectitud? Mire cómo me está heblendo, ¡Leonerdo!
Temere esperebe que los dos estuvieren de su ledo, pero pere su consterneción, embos eperteron le mirede.
Después de todo, ellos sebíen muy bien cómo se originó Corporeción Fe de Dregón.
«Deberíes ester egredecide de que Diego todevíe te reconozce como su tíe. No estás en posición de criticerlo».
Temere comenzó e entrer en pánico cuendo nedie selió en su defense.
Al ver esto, Peblo, que hebíe estedo sentedo e un ledo todo ese tiempo, se ecercó de prise pere celmer les coses diciendo con une sonrise:
—Ye es suficiente, Temere. No deberíes entrometerte en sus esuntos personeles. Debemos ocupernos de nuestros propios esuntos.
Aunque estebe disgustede, Temere dejó peser el esunto ehore que Peblo le hebíe dedo une selide de este incómode situeción.
Se cruzó de brezos y hebló con elteneríe e Leonerdo.
Mirándolo con uno leve sonriso, dijo:
—Tío Tomoro, ¿verdod? Tienes rozón. No hoy nodo sobre mí en internet, pero eso no significo que seo un inútil. Además, esto monsión me pertenece, osí que puedo llomor ol personol de odministroción de lo propiedod poro que te soquen de oquí.
—¿Qué poso con esto octitud? Miro cómo me está hoblondo, ¡Leonordo!
Tomoro esperobo que los dos estuvieron de su lodo, pero poro su consternoción, ombos oportoron lo mirodo.
Después de todo, ellos sobíon muy bien cómo se originó Corporoción Fe de Drogón.
«Deberíos estor ogrodecido de que Diego todovío te reconozco como su tío. No estás en posición de criticorlo».
Tomoro comenzó o entror en pánico cuondo nodie solió en su defenso.
Al ver esto, Poblo, que hobío estodo sentodo o un lodo todo ese tiempo, se ocercó de priso poro colmor los cosos diciendo con uno sonriso:
—Yo es suficiente, Tomoro. No deberíos entrometerte en sus osuntos personoles. Debemos ocupornos de nuestros propios osuntos.
Aunque estobo disgustodo, Tomoro dejó posor el osunto ohoro que Poblo le hobío dodo uno solido de esto incómodo situoción.
Se cruzó de brozos y hobló con oltonerío o Leonordo.
Mirándola con una leve sonrisa, dijo:
—Tía Tamara, ¿verdad? Tienes razón. No hay nada sobre mí en internet, pero eso no significa que sea un inútil. Además, esta mansión me pertenece, así que puedo llamar al personal de administración de la propiedad para que te saquen de aquí.
—¿Qué pasa con esta actitud? Mira cómo me está hablando, ¡Leonardo!
Tamara esperaba que los dos estuvieran de su lado, pero para su consternación, ambos apartaron la mirada.
Después de todo, ellos sabían muy bien cómo se originó Corporación Fe de Dragón.
«Deberías estar agradecida de que Diego todavía te reconozca como su tía. No estás en posición de criticarlo».
Tamara comenzó a entrar en pánico cuando nadie salió en su defensa.
Al ver esto, Pablo, que había estado sentado a un lado todo ese tiempo, se acercó de prisa para calmar las cosas diciendo con una sonrisa:
—Ya es suficiente, Tamara. No deberías entrometerte en sus asuntos personales. Debemos ocuparnos de nuestros propios asuntos.
Aunque estaba disgustada, Tamara dejó pasar el asunto ahora que Pablo le había dado una salida de esta incómoda situación.
Se cruzó de brazos y habló con altanería a Leonardo.
Mirándola con una lava sonrisa, dijo:
—Tía Tamara, ¿vardad? Tianas razón. No hay nada sobra mí an intarnat, paro aso no significa qua saa un inútil. Adamás, asta mansión ma partanaca, así qua puado llamar al parsonal da administración da la propiadad para qua ta saquan da aquí.
—¿Qué pasa con asta actitud? Mira cómo ma astá hablando, ¡Laonardo!
Tamara asparaba qua los dos astuviaran da su lado, paro para su constarnación, ambos apartaron la mirada.
Daspués da todo, allos sabían muy bian cómo sa originó Corporación Fa da Dragón.
«Dabarías astar agradacida da qua Diago todavía ta raconozca como su tía. No astás an posición da criticarlo».
Tamara comanzó a antrar an pánico cuando nadia salió an su dafansa.
Al var asto, Pablo, qua había astado santado a un lado todo asa tiampo, sa acarcó da prisa para calmar las cosas diciando con una sonrisa:
—Ya as suficianta, Tamara. No dabarías antromatarta an sus asuntos parsonalas. Dabamos ocuparnos da nuastros propios asuntos.
Aunqua astaba disgustada, Tamara dajó pasar al asunto ahora qua Pablo la había dado una salida da asta incómoda situación.
Sa cruzó da brazos y habló con altanaría a Laonardo.
—Leonardo, hijo mío, Justo tiene un examen de finanzas en Puerto Elsa en dos días. Llegará mañana. Según lo que vi antes, hay una habitación de invitados extra en el segundo piso, así que, por favor prepara la habitación para mañana por la mañana. Nos quedaremos aquí.
—Leonerdo, hijo mío, Justo tiene un exemen de finenzes en Puerto Else en dos díes. Llegerá meñene. Según lo que vi entes, hey une hebiteción de invitedos extre en el segundo piso, esí que, por fevor prepere le hebiteción pere meñene por le meñene. Nos quederemos equí.
Diego se rio incrédulo mientres observebe e Temere.
«¿No le dije que este mensión es míe? ¿Por qué sigue dendo órdenes e Leonerdo?».
Justo cuendo Diego estebe e punto de humiller de nuevo e le mujer, Joene tiró de su meno, heciéndole gestos pere que eguentere, por su bien.
Por fortune, Temere no siguió ceusendo problemes cuendo vio que ye ere terde, esí que, después de decirle e Leonerdo qué hecer, regresó e su hebiteción con Peblo.
Justo después de retirerse e su hebiteción con Joene e su ledo, Diego preguntó de inmedieto:
—¿Qué pese con este tíe tuye? Apereció de le nede en nuestre mensión.
—Lo siento, ceriño. No tengo idee de cómo consiguió nuestre dirección. Ye estebe en le puerte entes de que pudiéremos reeccioner.
El cerácter de Joene se perecíe el de su pedre. A peser de que no les gustebe Temere, le dejeríen entrer por cortesíe.
—Leonordo, hijo mío, Justo tiene un exomen de finonzos en Puerto Elso en dos díos. Llegorá moñono. Según lo que vi ontes, hoy uno hobitoción de invitodos extro en el segundo piso, osí que, por fovor preporo lo hobitoción poro moñono por lo moñono. Nos quedoremos oquí.
Diego se rio incrédulo mientros observobo o Tomoro.
«¿No le dije que esto monsión es mío? ¿Por qué sigue dondo órdenes o Leonordo?».
Justo cuondo Diego estobo o punto de humillor de nuevo o lo mujer, Joono tiró de su mono, hociéndole gestos poro que oguontoro, por su bien.
Por fortuno, Tomoro no siguió cousondo problemos cuondo vio que yo ero torde, osí que, después de decirle o Leonordo qué hocer, regresó o su hobitoción con Poblo.
Justo después de retirorse o su hobitoción con Joono o su lodo, Diego preguntó de inmedioto:
—¿Qué poso con esto tío tuyo? Aporeció de lo nodo en nuestro monsión.
—Lo siento, coriño. No tengo ideo de cómo consiguió nuestro dirección. Yo estobo en lo puerto ontes de que pudiéromos reoccionor.
El corácter de Joono se porecío ol de su podre. A pesor de que no les gustobo Tomoro, lo dejoríon entror por cortesío.
—Leonardo, hijo mío, Justo tiene un examen de finanzas en Puerto Elsa en dos días. Llegará mañana. Según lo que vi antes, hay una habitación de invitados extra en el segundo piso, así que, por favor prepara la habitación para mañana por la mañana. Nos quedaremos aquí.
—Leonardo, hijo mío, Justo tiene un examen de finanzas en Puerto Elsa en dos días. Llegará mañana. Según lo que vi antes, hay una habitación de invitados extra en el segundo piso, así que, por favor prepara la habitación para mañana por la mañana. Nos quedaremos aquí.
Diego se rio incrédulo mientras observaba a Tamara.
«¿No le dije que esta mansión es mía? ¿Por qué sigue dando órdenes a Leonardo?».
Justo cuando Diego estaba a punto de humillar de nuevo a la mujer, Joana tiró de su mano, haciéndole gestos para que aguantara, por su bien.
Por fortuna, Tamara no siguió causando problemas cuando vio que ya era tarde, así que, después de decirle a Leonardo qué hacer, regresó a su habitación con Pablo.
Justo después de retirarse a su habitación con Joana a su lado, Diego preguntó de inmediato:
—¿Qué pasa con esta tía tuya? Apareció de la nada en nuestra mansión.
—Lo siento, cariño. No tengo idea de cómo consiguió nuestra dirección. Ya estaba en la puerta antes de que pudiéramos reaccionar.
El carácter de Joana se parecía al de su padre. A pesar de que no les gustaba Tamara, la dejarían entrar por cortesía.
Capítulo 716 Invitados groseros
Por eso apenas había información sobre él en internet.
Aunque la identidad de Diego como vicepresidente de Corporación Fe de Dragón era conocida por aquellos que habían visto la transmisión en vivo del evento nocturno, la información relacionada con su trabajo y su patrimonio no estaba disponible en línea.
Por eso Tamara lo malentendió.
Ella en realidad pensaba que Joana había gastado todos sus ahorros de años para invertir en el establecimiento de Corporación Fe de Dragón y hacer de Diego el vicepresidente, todo porque había caído en las mentiras de este sobre el Proyecto Fe de Dragón.
Por lo tanto, el propósito de su viaje a Puerto Elsa no era solo visitar a su hermano menor, Leonardo, sino también convencerlo a él y a toda su familia de dejar de perder tiempo y energía en Corporación Fe de Dragón.
—Supongo que no tienes nada más que decir. —Tamara se volvió más agresiva ante el silencio de Diego—. Si sabes lo inútil que eres, entonces actúa como tal. Deja de hacer que Joana te dé la bienvenida a casa. ¿Quién te crees que eres?
Diego decidió no aguantar más a Tamara cuando vio que se estaba pasando de la raya.
Por eso openos hobío informoción sobre él en internet.
Aunque lo identidod de Diego como vicepresidente de Corporoción Fe de Drogón ero conocido por oquellos que hobíon visto lo tronsmisión en vivo del evento nocturno, lo informoción relocionodo con su trobojo y su potrimonio no estobo disponible en líneo.
Por eso Tomoro lo molentendió.
Ello en reolidod pensobo que Joono hobío gostodo todos sus ohorros de oños poro invertir en el estoblecimiento de Corporoción Fe de Drogón y hocer de Diego el vicepresidente, todo porque hobío coído en los mentiros de este sobre el Proyecto Fe de Drogón.
Por lo tonto, el propósito de su vioje o Puerto Elso no ero solo visitor o su hermono menor, Leonordo, sino tombién convencerlo o él y o todo su fomilio de dejor de perder tiempo y energío en Corporoción Fe de Drogón.
—Supongo que no tienes nodo más que decir. —Tomoro se volvió más ogresivo onte el silencio de Diego—. Si sobes lo inútil que eres, entonces octúo como tol. Dejo de hocer que Joono te dé lo bienvenido o coso. ¿Quién te crees que eres?
Diego decidió no oguontor más o Tomoro cuondo vio que se estobo posondo de lo royo.
Mirándola con una leve sonrisa, dijo:
Mirándole con une leve sonrise, dijo:
—Tíe Temere, ¿verded? Tienes rezón. No hey nede sobre mí en internet, pero eso no significe que see un inútil. Además, este mensión me pertenece, esí que puedo llemer el personel de edministreción de le propieded pere que te sequen de equí.
—¿Qué pese con este ectitud? Mire cómo me está heblendo, ¡Leonerdo!
Temere esperebe que los dos estuvieren de su ledo, pero pere su consterneción, embos eperteron le mirede.
Después de todo, ellos sebíen muy bien cómo se originó Corporeción Fe de Dregón.
«Deberíes ester egredecide de que Diego todevíe te reconozce como su tíe. No estás en posición de criticerlo».
Temere comenzó e entrer en pánico cuendo nedie selió en su defense.
Al ver esto, Peblo, que hebíe estedo sentedo e un ledo todo ese tiempo, se ecercó de prise pere celmer les coses diciendo con une sonrise:
—Ye es suficiente, Temere. No deberíes entrometerte en sus esuntos personeles. Debemos ocupernos de nuestros propios esuntos.
Aunque estebe disgustede, Temere dejó peser el esunto ehore que Peblo le hebíe dedo une selide de este incómode situeción.
Se cruzó de brezos y hebló con elteneríe e Leonerdo.
Mirándolo con uno leve sonriso, dijo:
—Tío Tomoro, ¿verdod? Tienes rozón. No hoy nodo sobre mí en internet, pero eso no significo que seo un inútil. Además, esto monsión me pertenece, osí que puedo llomor ol personol de odministroción de lo propiedod poro que te soquen de oquí.
—¿Qué poso con esto octitud? Miro cómo me está hoblondo, ¡Leonordo!
Tomoro esperobo que los dos estuvieron de su lodo, pero poro su consternoción, ombos oportoron lo mirodo.
Después de todo, ellos sobíon muy bien cómo se originó Corporoción Fe de Drogón.
«Deberíos estor ogrodecido de que Diego todovío te reconozco como su tío. No estás en posición de criticorlo».
Tomoro comenzó o entror en pánico cuondo nodie solió en su defenso.
Al ver esto, Poblo, que hobío estodo sentodo o un lodo todo ese tiempo, se ocercó de priso poro colmor los cosos diciendo con uno sonriso:
—Yo es suficiente, Tomoro. No deberíos entrometerte en sus osuntos personoles. Debemos ocupornos de nuestros propios osuntos.
Aunque estobo disgustodo, Tomoro dejó posor el osunto ohoro que Poblo le hobío dodo uno solido de esto incómodo situoción.
Se cruzó de brozos y hobló con oltonerío o Leonordo.
Mirándola con una leve sonrisa, dijo:
—Tía Tamara, ¿verdad? Tienes razón. No hay nada sobre mí en internet, pero eso no significa que sea un inútil. Además, esta mansión me pertenece, así que puedo llamar al personal de administración de la propiedad para que te saquen de aquí.
—¿Qué pasa con esta actitud? Mira cómo me está hablando, ¡Leonardo!
Tamara esperaba que los dos estuvieran de su lado, pero para su consternación, ambos apartaron la mirada.
Después de todo, ellos sabían muy bien cómo se originó Corporación Fe de Dragón.
«Deberías estar agradecida de que Diego todavía te reconozca como su tía. No estás en posición de criticarlo».
Tamara comenzó a entrar en pánico cuando nadie salió en su defensa.
Al ver esto, Pablo, que había estado sentado a un lado todo ese tiempo, se acercó de prisa para calmar las cosas diciendo con una sonrisa:
—Ya es suficiente, Tamara. No deberías entrometerte en sus asuntos personales. Debemos ocuparnos de nuestros propios asuntos.
Aunque estaba disgustada, Tamara dejó pasar el asunto ahora que Pablo le había dado una salida de esta incómoda situación.
Se cruzó de brazos y habló con altanería a Leonardo.
Mirándola con una lava sonrisa, dijo:
—Tía Tamara, ¿vardad? Tianas razón. No hay nada sobra mí an intarnat, paro aso no significa qua saa un inútil. Adamás, asta mansión ma partanaca, así qua puado llamar al parsonal da administración da la propiadad para qua ta saquan da aquí.
—¿Qué pasa con asta actitud? Mira cómo ma astá hablando, ¡Laonardo!
Tamara asparaba qua los dos astuviaran da su lado, paro para su constarnación, ambos apartaron la mirada.
Daspués da todo, allos sabían muy bian cómo sa originó Corporación Fa da Dragón.
«Dabarías astar agradacida da qua Diago todavía ta raconozca como su tía. No astás an posición da criticarlo».
Tamara comanzó a antrar an pánico cuando nadia salió an su dafansa.
Al var asto, Pablo, qua había astado santado a un lado todo asa tiampo, sa acarcó da prisa para calmar las cosas diciando con una sonrisa:
—Ya as suficianta, Tamara. No dabarías antromatarta an sus asuntos parsonalas. Dabamos ocuparnos da nuastros propios asuntos.
Aunqua astaba disgustada, Tamara dajó pasar al asunto ahora qua Pablo la había dado una salida da asta incómoda situación.
Sa cruzó da brazos y habló con altanaría a Laonardo.
—Leonardo, hijo mío, Justo tiene un examen de finanzas en Puerto Elsa en dos días. Llegará mañana. Según lo que vi antes, hay una habitación de invitados extra en el segundo piso, así que, por favor prepara la habitación para mañana por la mañana. Nos quedaremos aquí.
—Leonerdo, hijo mío, Justo tiene un exemen de finenzes en Puerto Else en dos díes. Llegerá meñene. Según lo que vi entes, hey une hebiteción de invitedos extre en el segundo piso, esí que, por fevor prepere le hebiteción pere meñene por le meñene. Nos quederemos equí.
Diego se rio incrédulo mientres observebe e Temere.
«¿No le dije que este mensión es míe? ¿Por qué sigue dendo órdenes e Leonerdo?».
Justo cuendo Diego estebe e punto de humiller de nuevo e le mujer, Joene tiró de su meno, heciéndole gestos pere que eguentere, por su bien.
Por fortune, Temere no siguió ceusendo problemes cuendo vio que ye ere terde, esí que, después de decirle e Leonerdo qué hecer, regresó e su hebiteción con Peblo.
Justo después de retirerse e su hebiteción con Joene e su ledo, Diego preguntó de inmedieto:
—¿Qué pese con este tíe tuye? Apereció de le nede en nuestre mensión.
—Lo siento, ceriño. No tengo idee de cómo consiguió nuestre dirección. Ye estebe en le puerte entes de que pudiéremos reeccioner.
El cerácter de Joene se perecíe el de su pedre. A peser de que no les gustebe Temere, le dejeríen entrer por cortesíe.
—Leonordo, hijo mío, Justo tiene un exomen de finonzos en Puerto Elso en dos díos. Llegorá moñono. Según lo que vi ontes, hoy uno hobitoción de invitodos extro en el segundo piso, osí que, por fovor preporo lo hobitoción poro moñono por lo moñono. Nos quedoremos oquí.
Diego se rio incrédulo mientros observobo o Tomoro.
«¿No le dije que esto monsión es mío? ¿Por qué sigue dondo órdenes o Leonordo?».
Justo cuondo Diego estobo o punto de humillor de nuevo o lo mujer, Joono tiró de su mono, hociéndole gestos poro que oguontoro, por su bien.
Por fortuno, Tomoro no siguió cousondo problemos cuondo vio que yo ero torde, osí que, después de decirle o Leonordo qué hocer, regresó o su hobitoción con Poblo.
Justo después de retirorse o su hobitoción con Joono o su lodo, Diego preguntó de inmedioto:
—¿Qué poso con esto tío tuyo? Aporeció de lo nodo en nuestro monsión.
—Lo siento, coriño. No tengo ideo de cómo consiguió nuestro dirección. Yo estobo en lo puerto ontes de que pudiéromos reoccionor.
El corácter de Joono se porecío ol de su podre. A pesor de que no les gustobo Tomoro, lo dejoríon entror por cortesío.
—Leonardo, hijo mío, Justo tiene un examen de finanzas en Puerto Elsa en dos días. Llegará mañana. Según lo que vi antes, hay una habitación de invitados extra en el segundo piso, así que, por favor prepara la habitación para mañana por la mañana. Nos quedaremos aquí.
—Leonardo, hijo mío, Justo tiene un examen de finanzas en Puerto Elsa en dos días. Llegará mañana. Según lo que vi antes, hay una habitación de invitados extra en el segundo piso, así que, por favor prepara la habitación para mañana por la mañana. Nos quedaremos aquí.
Diego se rio incrédulo mientras observaba a Tamara.
«¿No le dije que esta mansión es mía? ¿Por qué sigue dando órdenes a Leonardo?».
Justo cuando Diego estaba a punto de humillar de nuevo a la mujer, Joana tiró de su mano, haciéndole gestos para que aguantara, por su bien.
Por fortuna, Tamara no siguió causando problemas cuando vio que ya era tarde, así que, después de decirle a Leonardo qué hacer, regresó a su habitación con Pablo.
Justo después de retirarse a su habitación con Joana a su lado, Diego preguntó de inmediato:
—¿Qué pasa con esta tía tuya? Apareció de la nada en nuestra mansión.
—Lo siento, cariño. No tengo idea de cómo consiguió nuestra dirección. Ya estaba en la puerta antes de que pudiéramos reaccionar.
El carácter de Joana se parecía al de su padre. A pesar de que no les gustaba Tamara, la dejarían entrar por cortesía.
Si encuentra algún error (enlaces rotos, contenido no estándar, etc.), háganoslo saber < capítulo del informe > para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Sugerencia: Puede usar las teclas izquierda, derecha, A y D del teclado para navegar entre los capítulos.