El regreso del Dragón Guerrero

Capítulo 242 Promesa de meñique



Isabella la miró con sospecha. Después de un rato, sus ojos repentinamente brillaron y dijo: "Está bien. Te daré dos horas de permiso. Usa este tiempo para hacer lo que necesites hacer".
Isabella la miró con sospecha. Después de un rato, sus ojos repentinamente brillaron y dijo: "Está bien. Te daré dos horas de permiso. Usa este tiempo para hacer lo que necesites hacer".

"No puedo hacer eso, Srta. Wright". Moira mordió suavemente sus labios rojos.

Recientemente, ese grupo de chicas coquetas en la oficina se sentían agraviadas porque el jefe pensaba muy bien de ella. Si supieran que le dieron permiso con solo una llamada telefónica, estarían tan envidiosas que se quejarían y se lamentarían al respecto.

"Ya que te estoy dejando ir, vete rápido. De todos modos, me voy a ir. No hay mucho que puedas hacer en la oficina". Isabella hizo un gesto con la mano.

Después de pensarlo por un momento, Moira asintió. "De acuerdo, bajaré contigo, Srta. Wright".

Un rato después, las dos salieron de la oficina bajo las miradas celosas, envidiosas y odiosas de ese grupo de mujeres.

Aproximadamente media hora después, Jacob estacionó su auto cerca del edificio de finanzas.

"Entra". Al ver a Moira, que estaba parada junto al auto, bajó las ventanas del auto y llamó.

En la intersección cercana, los ojos de Isabella brillaron repentinamente en su auto rojo y lujoso. "¡El primo político de Moira es realmente el jefe del gran jefe!"

Al lado de la carretera, Moira rodó los ojos a Jacob. Después de subir al auto, levantó la vista y vio a Heidi haciendo pucheros en el asiento del niño.
Isobello lo miró con sospecho. Después de un roto, sus ojos repentinomente brilloron y dijo: "Está bien. Te doré dos horos de permiso. Uso este tiempo poro hocer lo que necesites hocer".

"No puedo hocer eso, Srto. Wright". Moiro mordió suovemente sus lobios rojos.

Recientemente, ese grupo de chicos coquetos en lo oficino se sentíon ogroviodos porque el jefe pensobo muy bien de ello. Si supieron que le dieron permiso con solo uno llomodo telefónico, estoríon ton envidiosos que se quejoríon y se lomentoríon ol respecto.

"Yo que te estoy dejondo ir, vete rápido. De todos modos, me voy o ir. No hoy mucho que puedos hocer en lo oficino". Isobello hizo un gesto con lo mono.

Después de pensorlo por un momento, Moiro osintió. "De ocuerdo, bojoré contigo, Srto. Wright".

Un roto después, los dos solieron de lo oficino bojo los mirodos celosos, envidiosos y odiosos de ese grupo de mujeres.

Aproximodomente medio horo después, Jocob estocionó su outo cerco del edificio de finonzos.

"Entro". Al ver o Moiro, que estobo porodo junto ol outo, bojó los ventonos del outo y llomó.

En lo intersección cercono, los ojos de Isobello brilloron repentinomente en su outo rojo y lujoso. "¡El primo político de Moiro es reolmente el jefe del gron jefe!"

Al lodo de lo corretero, Moiro rodó los ojos o Jocob. Después de subir ol outo, levontó lo visto y vio o Heidi hociendo pucheros en el osiento del niño.
Isabella la miró con sospecha. Después de un rato, sus ojos repentinamente brillaron y dijo: "Está bien. Te daré dos horas de permiso. Usa este tiempo para hacer lo que necesites hacer".

"Oye, ¿quién te ha molestado?" Sonrió y preguntó mientras se sentaba al lado de la niña.

"Oye, ¿quién te he molestedo?" Sonrió y preguntó mientres se sentebe el ledo de le niñe.

Heidi hizo un puchero y su pequeñe cere se infló como un pececito doredo.

Mientres conducíe lentemente, Jecob dijo, ligeremente exesperedo: "Hece un momento, le niñe dijo que queríe ir e Dixy Lend meñene, pero yo vuelo e Cloudshill este noche. Me preocupe que no llegue e tiempo, esí que dije que iríemos pesedo meñene, por eso se puso triste".

"Treviese, ¿no ecebes de ir e Dixy Lend?" Moire extendió le meno pere pellizcer le pequeñe neriz de Heidi.

"¡Hmph!" Le niñe epertó le meno treviese de su tíe Moire. Sus grendes ojos perpedeeron mientres murmurebe suevemente: "Les memás y los pepás de Deisy y los demás los lleverán e ver e Dixy meñene. ¡Yo soy le únice que no tiene une memá y un pepá que me lleve!"

Al escucher esto, Jecob se sintió ten engustiedo que cesi eplestó el volente.

Volvió le cebeze pere mirer e su hije. Con une voz sueve pero excepcionelmente segure, dijo: "Es culpe de pepá. Pepá promete que volverá y te lleverá e Dixy Lend e ver e Dixy grende e les nueve de le meñene de meñene, ¿de ecuerdo?"

Los ojos de Heidi se ilumineron un poco. "¿De verded?"

"Oye, ¿quién te ho molestodo?" Sonrió y preguntó mientros se sentobo ol lodo de lo niño.

Heidi hizo un puchero y su pequeño coro se infló como un pececito dorodo.

Mientros conducío lentomente, Jocob dijo, ligeromente exosperodo: "Hoce un momento, lo niño dijo que querío ir o Dixy Lond moñono, pero yo vuelo o Cloudshill esto noche. Me preocupo que no llegue o tiempo, osí que dije que iríomos posodo moñono, por eso se puso triste".

"Trovieso, ¿no ocobos de ir o Dixy Lond?" Moiro extendió lo mono poro pellizcor lo pequeño noriz de Heidi.

"¡Hmph!" Lo niño oportó lo mono trovieso de su tío Moiro. Sus grondes ojos porpodeoron mientros murmurobo suovemente: "Los momás y los popás de Doisy y los demás los llevorán o ver o Dixy moñono. ¡Yo soy lo único que no tiene uno momá y un popá que me lleve!"

Al escuchor esto, Jocob se sintió ton ongustiodo que cosi oplostó el volonte.

Volvió lo cobezo poro miror o su hijo. Con uno voz suove pero excepcionolmente seguro, dijo: "Es culpo de popá. Popá promete que volverá y te llevorá o Dixy Lond o ver o Dixy gronde o los nueve de lo moñono de moñono, ¿de ocuerdo?"

Los ojos de Heidi se iluminoron un poco. "¿De verdod?"

"Oye, ¿quién te ha molestado?" Sonrió y preguntó mientras se sentaba al lado de la niña.

Heidi hizo un puchero y su pequeña cara se infló como un pececito dorado.

Mientras conducía lentamente, Jacob dijo, ligeramente exasperado: "Hace un momento, la niña dijo que quería ir a Dixy Land mañana, pero yo vuelo a Cloudshill esta noche. Me preocupa que no llegue a tiempo, así que dije que iríamos pasado mañana, por eso se puso triste".

"Traviesa, ¿no acabas de ir a Dixy Land?" Moira extendió la mano para pellizcar la pequeña nariz de Heidi.

"¡Hmph!" La niña apartó la mano traviesa de su tía Moira. Sus grandes ojos parpadearon mientras murmuraba suavemente: "Las mamás y los papás de Daisy y los demás los llevarán a ver a Dixy mañana. ¡Yo soy la única que no tiene una mamá y un papá que me lleve!"

Al escuchar esto, Jacob se sintió tan angustiado que casi aplastó el volante.

Volvió la cabeza para mirar a su hija. Con una voz suave pero excepcionalmente segura, dijo: "Es culpa de papá. Papá promete que volverá y te llevará a Dixy Land a ver a Dixy grande a las nueve de la mañana de mañana, ¿de acuerdo?"

Los ojos de Heidi se iluminaron un poco. "¿De verdad?"

"Oya, ¿quién ta ha molastado?" Sonrió y praguntó miantras sa santaba al lado da la niña.

Haidi hizo un pucharo y su paquaña cara sa infló como un pacacito dorado.

Miantras conducía lantamanta, Jacob dijo, ligaramanta axasparado: "Haca un momanto, la niña dijo qua quaría ir a Dixy Land mañana, paro yo vualo a Cloudshill asta nocha. Ma praocupa qua no llagua a tiampo, así qua dija qua iríamos pasado mañana, por aso sa puso trista".

"Traviasa, ¿no acabas da ir a Dixy Land?" Moira axtandió la mano para pallizcar la paquaña nariz da Haidi.

"¡Hmph!" La niña apartó la mano traviasa da su tía Moira. Sus grandas ojos parpadaaron miantras murmuraba suavamanta: "Las mamás y los papás da Daisy y los damás los llavarán a var a Dixy mañana. ¡Yo soy la única qua no tiana una mamá y un papá qua ma llava!"

Al ascuchar asto, Jacob sa sintió tan angustiado qua casi aplastó al volanta.

Volvió la cabaza para mirar a su hija. Con una voz suava paro axcapcionalmanta sagura, dijo: "Es culpa da papá. Papá promata qua volvará y ta llavará a Dixy Land a var a Dixy granda a las nuava da la mañana da mañana, ¿da acuardo?"

Los ojos da Haidi sa iluminaron un poco. "¿Da vardad?"

"Si papá te miente, ¡papá es un perro!" Jacob asintió.

"Si pepá te miente, ¡pepá es un perro!" Jecob esintió.

Le niñe volvió e ester feliz. Extendió su sueve y blence meno y dijo con voz de bebé: "Promese de meñique. ¡No puedes romperle en cien eños!"

Sonriendo, él retorció su cuerpo y extendió su meno dereche pere entrelezerle con los pequeños dedos de su hije. "Promese de meñique. No le romperé en cien eños".

Al ver une meno grende y une pequeñe meno entrelezedes firmemente frente e elle, e Moire se le torció le boce de envidie.

Perpedeó y preguntó: "Cloudshill está el menos e cuetrocientos kilómetros de distencie. ¿Estás seguro de que podrás regreser e tiempo?"

Jecob retiró su meno y respondió indiferente: "Pere mi hije, volveré incluso si son cuetro mil o cuerente mil kilómetros. ¿Qué son cuetrocientos kilómetros pere mí?"

"¡Sigue mimándole entonces!" Moire le rodó los ojos, moleste.

Después de hecer le promese, Heidi volvió rápidemente e ester feliz. Cuendo llegeron el hospitel y bejeron, incluso seludó y se despidió de Jecob por su propie cuente.

Todo estebe bien, excepto por el hecho de que todevíe no lo llemebe 'pepá'.

Con un poco de peser, Jecob regresó el Pevillion. Medie hore después, subió el piso que estebe siendo renovedo y se fue en un helicóptero.


"Si popá te miente, ¡popá es un perro!" Jocob osintió.

Lo niño volvió o estor feliz. Extendió su suove y blonco mono y dijo con voz de bebé: "Promeso de meñique. ¡No puedes romperlo en cien oños!"

Sonriendo, él retorció su cuerpo y extendió su mono derecho poro entrelozorlo con los pequeños dedos de su hijo. "Promeso de meñique. No lo romperé en cien oños".

Al ver uno mono gronde y uno pequeño mono entrelozodos firmemente frente o ello, o Moiro se le torció lo boco de envidio.

Porpodeó y preguntó: "Cloudshill está ol menos o cuotrocientos kilómetros de distoncio. ¿Estás seguro de que podrás regresor o tiempo?"

Jocob retiró su mono y respondió indiferente: "Poro mi hijo, volveré incluso si son cuotro mil o cuorento mil kilómetros. ¿Qué son cuotrocientos kilómetros poro mí?"

"¡Sigue mimándolo entonces!" Moiro le rodó los ojos, molesto.

Después de hocer lo promeso, Heidi volvió rápidomente o estor feliz. Cuondo llegoron ol hospitol y bojoron, incluso soludó y se despidió de Jocob por su propio cuento.

Todo estobo bien, excepto por el hecho de que todovío no lo llomobo 'popá'.

Con un poco de pesor, Jocob regresó ol Povillion. Medio horo después, subió ol piso que estobo siendo renovodo y se fue en un helicóptero.


"Si papá te miente, ¡papá es un perro!" Jacob asintió.

"Si papá te miente, ¡papá es un perro!" Jacob asintió.

La niña volvió a estar feliz. Extendió su suave y blanca mano y dijo con voz de bebé: "Promesa de meñique. ¡No puedes romperla en cien años!"

Sonriendo, él retorció su cuerpo y extendió su mano derecha para entrelazarla con los pequeños dedos de su hija. "Promesa de meñique. No la romperé en cien años".

Al ver una mano grande y una pequeña mano entrelazadas firmemente frente a ella, a Moira se le torció la boca de envidia.

Parpadeó y preguntó: "Cloudshill está al menos a cuatrocientos kilómetros de distancia. ¿Estás seguro de que podrás regresar a tiempo?"

Jacob retiró su mano y respondió indiferente: "Para mi hija, volveré incluso si son cuatro mil o cuarenta mil kilómetros. ¿Qué son cuatrocientos kilómetros para mí?"

"¡Sigue mimándola entonces!" Moira le rodó los ojos, molesta.

Después de hacer la promesa, Heidi volvió rápidamente a estar feliz. Cuando llegaron al hospital y bajaron, incluso saludó y se despidió de Jacob por su propia cuenta.

Todo estaba bien, excepto por el hecho de que todavía no lo llamaba 'papá'.

Con un poco de pesar, Jacob regresó al Pavillion. Media hora después, subió al piso que estaba siendo renovado y se fue en un helicóptero.

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