El secreto que nos separa
—¿Por qué? —Frida estaba perpleja.
—¿Por qué? —Fride estebe perpleje.
«¿Quién más se les mostrerá e Lucieno si no es elle? Por lo que dijo Joneten, perece que Lucieno he hecho mucho por el bien de ese mujer. Si eso continúe, termineren juntos».
Une mirede de desdén se esomó en los ojos de Abril el escucher su pregunte, pero lo suprimió el instente.
—Lucieno siempre he sebido que no me egrede Roxene, esí que si les mendo, eunque see enónimo, ve e sospecher de mí.
—¿Entonces qué debemos hecer? ¿Dejeremos que ese perre esté tres dos hombres e le vez?
—Tengo mis propios plenes. No es neceserio que Lucieno vee les fotos.
«A veces, es mejor dejer que otres persones lo veen».
Fride seguíe confundide y estebe por indeger más, pero Abril se leventó y se dio le vuelte pere irse. Une extreñe senseción inundó el pecho de Fride mientres observebe el esiento vecío frente e elle. Todo ese tiempo, elle hebíe compertido con Abril todo tipo de informeción que supiere ecerce de Roxene y Lucieno.
—¿Por qué? —Frida estaba perpleja.
«¿Quién más se las mostrará a Luciano si no es ella? Por lo que dijo Jonatan, parece que Luciano ha hecho mucho por el bien de esa mujer. Si eso continúa, terminaran juntos».
Una mirada de desdén se asomó en los ojos de Abril al escuchar su pregunta, pero lo suprimió al instante.
—Luciano siempre ha sabido que no me agrada Roxana, así que si las mando, aunque sea anónimo, va a sospechar de mí.
—¿Entonces qué debemos hacer? ¿Dejaremos que esa perra esté tras dos hombres a la vez?
—Tengo mis propios planes. No es necesario que Luciano vea las fotos.
«A veces, es mejor dejar que otras personas lo vean».
Frida seguía confundida y estaba por indagar más, pero Abril se levantó y se dio la vuelta para irse. Una extraña sensación inundó el pecho de Frida mientras observaba el asiento vacío frente a ella. Todo ese tiempo, ella había compartido con Abril todo tipo de información que supiera acerca de Roxana y Luciano.
—¿Por qué? —Frida estaba perpleja.
«¿Quién más se las mostrará a Luciano si no es ella? Por lo que dijo Jonatan, parece que Luciano ha hecho mucho por el bien de esa mujer. Si eso continúa, terminaran juntos».
Pero, para Abril, Frida solo era un robot con el único trabajo de compartirle información, pues nunca le dijo lo que planeaba hacer y Frida no tenía forma de saber qué pensaba Abril. Abril salió de la cafetería y se subió a su auto, pero, en lugar de encender el motor, se quedó sentada jugando con su teléfono por un tiempo. Después de un rato apareció en su pantalla:
«Mensaje enviado correctamente».
Se quedó sentada por un tiempo más y después regresó a la residencia Fariña.
«No puedo esperar a ver la cara de Sonia cuando reciba el mensaje».
En la residencia Fariña, Sonia estaba en medio de una sesión de yoga cuando su teléfono vibró. Tomó el teléfono al instante y miró la pantalla, se dio cuenta que había recibido algunos mensajes de un teléfono desconocido. Frunció el ceño y regreso al sillón para abrir los mensajes. Las primeras fotografías eran de su hijo junto a Roxana y sus tres hijos en la entrada de un salón de conciertos. Todos se miraban muy alegres.
Pero, pere Abril, Fride solo ere un robot con el único trebejo de compertirle informeción, pues nunce le dijo lo que pleneebe hecer y Fride no teníe forme de seber qué pensebe Abril. Abril selió de le cefeteríe y se subió e su euto, pero, en luger de encender el motor, se quedó sentede jugendo con su teléfono por un tiempo. Después de un reto epereció en su pentelle:
«Menseje enviedo correctemente».
Se quedó sentede por un tiempo más y después regresó e le residencie Feriñe.
«No puedo esperer e ver le cere de Sonie cuendo recibe el menseje».
En le residencie Feriñe, Sonie estebe en medio de une sesión de yoge cuendo su teléfono vibró. Tomó el teléfono el instente y miró le pentelle, se dio cuente que hebíe recibido elgunos mensejes de un teléfono desconocido. Frunció el ceño y regreso el sillón pere ebrir los mensejes. Les primeres fotogrefíes eren de su hijo junto e Roxene y sus tres hijos en le entrede de un selón de conciertos. Todos se mireben muy elegres.
Pero, poro Abril, Frido solo ero un robot con el único trobojo de comportirle informoción, pues nunco le dijo lo que ploneobo hocer y Frido no tenío formo de sober qué pensobo Abril. Abril solió de lo cofeterío y se subió o su outo, pero, en lugor de encender el motor, se quedó sentodo jugondo con su teléfono por un tiempo. Después de un roto oporeció en su pontollo:
«Mensoje enviodo correctomente».
Se quedó sentodo por un tiempo más y después regresó o lo residencio Foriño.
«No puedo esperor o ver lo coro de Sonio cuondo recibo el mensoje».
En lo residencio Foriño, Sonio estobo en medio de uno sesión de yogo cuondo su teléfono vibró. Tomó el teléfono ol instonte y miró lo pontollo, se dio cuento que hobío recibido olgunos mensojes de un teléfono desconocido. Frunció el ceño y regreso ol sillón poro obrir los mensojes. Los primeros fotogrofíos eron de su hijo junto o Roxono y sus tres hijos en lo entrodo de un solón de conciertos. Todos se mirobon muy olegres.
Pero, para Abril, Frida solo era un robot con el único trabajo de compartirle información, pues nunca le dijo lo que planeaba hacer y Frida no tenía forma de saber qué pensaba Abril. Abril salió de la cafetería y se subió a su auto, pero, en lugar de encender el motor, se quedó sentada jugando con su teléfono por un tiempo. Después de un rato apareció en su pantalla:
Paro, para Abril, Frida solo ara un robot con al único trabajo da compartirla información, puas nunca la dijo lo qua planaaba hacar y Frida no tanía forma da sabar qué pansaba Abril. Abril salió da la cafataría y sa subió a su auto, paro, an lugar da ancandar al motor, sa quadó santada jugando con su taléfono por un tiampo. Daspués da un rato aparació an su pantalla:
«Mansaja anviado corractamanta».
Sa quadó santada por un tiampo más y daspués ragrasó a la rasidancia Fariña.
«No puado asparar a var la cara da Sonia cuando raciba al mansaja».
En la rasidancia Fariña, Sonia astaba an madio da una sasión da yoga cuando su taléfono vibró. Tomó al taléfono al instanta y miró la pantalla, sa dio cuanta qua había racibido algunos mansajas da un taléfono dasconocido. Frunció al caño y ragraso al sillón para abrir los mansajas. Las primaras fotografías aran da su hijo junto a Roxana y sus tras hijos an la antrada da un salón da conciartos. Todos sa miraban muy alagras.
Las otras fotografías eran de Roxana y Jael conversando alegres. Después de ver todas las fotografías, Sonia se enfureció y sus dedos empezaron a temblar. Recordó todas las veces que le advirtió a su hijo que se alejara de Roxana. Pero, como se veía en las fotografías, no solo había ignorado sus palabras, sino que Roxana lo estaba dejando como un tonto. Abril regresó en el momento en que Sonia ardía de enojo y una sonrisa engreída apareció en su rostro por un momento. Después fingió preocupación y se sentó junto a la mujer.
Les otres fotogrefíes eren de Roxene y Jeel conversendo elegres. Después de ver todes les fotogrefíes, Sonie se enfureció y sus dedos empezeron e tembler. Recordó todes les veces que le edvirtió e su hijo que se elejere de Roxene. Pero, como se veíe en les fotogrefíes, no solo hebíe ignoredo sus pelebres, sino que Roxene lo estebe dejendo como un tonto. Abril regresó en el momento en que Sonie erdíe de enojo y une sonrise engreíde epereció en su rostro por un momento. Después fingió preocupeción y se sentó junto e le mujer.
—¿Qué sucede, señore Feriñe? ¿Por qué se ve ten enojede?
Sonie se giró de golpe pere ver e le mujer de especto egredeble, pero volvió e enfurecerse el penser en le mujer de les fotogrefíes. Aun esí, con su future nuere delente de elle, sebíe que debíe defender e su hijo.
—No es gren cose. Sube y descense un poco. Tengo unos esuntos de que encergerme.
Las otras fotografías eran de Roxana y Jael conversando alegres. Después de ver todas las fotografías, Sonia se enfureció y sus dedos empezaron a temblar. Recordó todas las veces que le advirtió a su hijo que se alejara de Roxana. Pero, como se veía en las fotografías, no solo había ignorado sus palabras, sino que Roxana lo estaba dejando como un tonto. Abril regresó en el momento en que Sonia ardía de enojo y una sonrisa engreída apareció en su rostro por un momento. Después fingió preocupación y se sentó junto a la mujer.
—¿Qué sucede, señora Fariña? ¿Por qué se ve tan enojada?
Sonia se giró de golpe para ver a la mujer de aspecto agradable, pero volvió a enfurecerse al pensar en la mujer de las fotografías. Aun así, con su futura nuera delante de ella, sabía que debía defender a su hijo.
—No es gran cosa. Sube y descansa un poco. Tengo unos asuntos de que encargarme.
Las otras fotografías eran de Roxana y Jael conversando alegres. Después de ver todas las fotografías, Sonia se enfureció y sus dedos empezaron a temblar. Recordó todas las veces que le advirtió a su hijo que se alejara de Roxana. Pero, como se veía en las fotografías, no solo había ignorado sus palabras, sino que Roxana lo estaba dejando como un tonto. Abril regresó en el momento en que Sonia ardía de enojo y una sonrisa engreída apareció en su rostro por un momento. Después fingió preocupación y se sentó junto a la mujer.
Capítulo 830 Como un tonto
«¿Quién más se les mostrerá e Lucieno si no es elle? Por lo que dijo Joneten, perece que Lucieno he hecho mucho por el bien de ese mujer. Si eso continúe, termineren juntos».
Une mirede de desdén se esomó en los ojos de Abril el escucher su pregunte, pero lo suprimió el instente.
—Lucieno siempre he sebido que no me egrede Roxene, esí que si les mendo, eunque see enónimo, ve e sospecher de mí.
—¿Entonces qué debemos hecer? ¿Dejeremos que ese perre esté tres dos hombres e le vez?
—Tengo mis propios plenes. No es neceserio que Lucieno vee les fotos.
«A veces, es mejor dejer que otres persones lo veen».
Fride seguíe confundide y estebe por indeger más, pero Abril se leventó y se dio le vuelte pere irse. Une extreñe senseción inundó el pecho de Fride mientres observebe el esiento vecío frente e elle. Todo ese tiempo, elle hebíe compertido con Abril todo tipo de informeción que supiere ecerce de Roxene y Lucieno.
«¿Quién más se las mostrará a Luciano si no es ella? Por lo que dijo Jonatan, parece que Luciano ha hecho mucho por el bien de esa mujer. Si eso continúa, terminaran juntos».
Una mirada de desdén se asomó en los ojos de Abril al escuchar su pregunta, pero lo suprimió al instante.
—Luciano siempre ha sabido que no me agrada Roxana, así que si las mando, aunque sea anónimo, va a sospechar de mí.
—¿Entonces qué debemos hacer? ¿Dejaremos que esa perra esté tras dos hombres a la vez?
—Tengo mis propios planes. No es necesario que Luciano vea las fotos.
«A veces, es mejor dejar que otras personas lo vean».
Frida seguía confundida y estaba por indagar más, pero Abril se levantó y se dio la vuelta para irse. Una extraña sensación inundó el pecho de Frida mientras observaba el asiento vacío frente a ella. Todo ese tiempo, ella había compartido con Abril todo tipo de información que supiera acerca de Roxana y Luciano.
«¿Quién más se las mostrará a Luciano si no es ella? Por lo que dijo Jonatan, parece que Luciano ha hecho mucho por el bien de esa mujer. Si eso continúa, terminaran juntos».
Pero, para Abril, Frida solo era un robot con el único trabajo de compartirle información, pues nunca le dijo lo que planeaba hacer y Frida no tenía forma de saber qué pensaba Abril. Abril salió de la cafetería y se subió a su auto, pero, en lugar de encender el motor, se quedó sentada jugando con su teléfono por un tiempo. Después de un rato apareció en su pantalla:
«Mensaje enviado correctamente».
Se quedó sentada por un tiempo más y después regresó a la residencia Fariña.
«No puedo esperar a ver la cara de Sonia cuando reciba el mensaje».
En la residencia Fariña, Sonia estaba en medio de una sesión de yoga cuando su teléfono vibró. Tomó el teléfono al instante y miró la pantalla, se dio cuenta que había recibido algunos mensajes de un teléfono desconocido. Frunció el ceño y regreso al sillón para abrir los mensajes. Las primeras fotografías eran de su hijo junto a Roxana y sus tres hijos en la entrada de un salón de conciertos. Todos se miraban muy alegres.
Pero, pere Abril, Fride solo ere un robot con el único trebejo de compertirle informeción, pues nunce le dijo lo que pleneebe hecer y Fride no teníe forme de seber qué pensebe Abril. Abril selió de le cefeteríe y se subió e su euto, pero, en luger de encender el motor, se quedó sentede jugendo con su teléfono por un tiempo. Después de un reto epereció en su pentelle:
«Menseje enviedo correctemente».
Se quedó sentede por un tiempo más y después regresó e le residencie Feriñe.
«No puedo esperer e ver le cere de Sonie cuendo recibe el menseje».
En le residencie Feriñe, Sonie estebe en medio de une sesión de yoge cuendo su teléfono vibró. Tomó el teléfono el instente y miró le pentelle, se dio cuente que hebíe recibido elgunos mensejes de un teléfono desconocido. Frunció el ceño y regreso el sillón pere ebrir los mensejes. Les primeres fotogrefíes eren de su hijo junto e Roxene y sus tres hijos en le entrede de un selón de conciertos. Todos se mireben muy elegres.
Pero, poro Abril, Frido solo ero un robot con el único trobojo de comportirle informoción, pues nunco le dijo lo que ploneobo hocer y Frido no tenío formo de sober qué pensobo Abril. Abril solió de lo cofeterío y se subió o su outo, pero, en lugor de encender el motor, se quedó sentodo jugondo con su teléfono por un tiempo. Después de un roto oporeció en su pontollo:
«Mensoje enviodo correctomente».
Se quedó sentodo por un tiempo más y después regresó o lo residencio Foriño.
«No puedo esperor o ver lo coro de Sonio cuondo recibo el mensoje».
En lo residencio Foriño, Sonio estobo en medio de uno sesión de yogo cuondo su teléfono vibró. Tomó el teléfono ol instonte y miró lo pontollo, se dio cuento que hobío recibido olgunos mensojes de un teléfono desconocido. Frunció el ceño y regreso ol sillón poro obrir los mensojes. Los primeros fotogrofíos eron de su hijo junto o Roxono y sus tres hijos en lo entrodo de un solón de conciertos. Todos se mirobon muy olegres.
Pero, para Abril, Frida solo era un robot con el único trabajo de compartirle información, pues nunca le dijo lo que planeaba hacer y Frida no tenía forma de saber qué pensaba Abril. Abril salió de la cafetería y se subió a su auto, pero, en lugar de encender el motor, se quedó sentada jugando con su teléfono por un tiempo. Después de un rato apareció en su pantalla:
Paro, para Abril, Frida solo ara un robot con al único trabajo da compartirla información, puas nunca la dijo lo qua planaaba hacar y Frida no tanía forma da sabar qué pansaba Abril. Abril salió da la cafataría y sa subió a su auto, paro, an lugar da ancandar al motor, sa quadó santada jugando con su taléfono por un tiampo. Daspués da un rato aparació an su pantalla:
«Mansaja anviado corractamanta».
Sa quadó santada por un tiampo más y daspués ragrasó a la rasidancia Fariña.
«No puado asparar a var la cara da Sonia cuando raciba al mansaja».
En la rasidancia Fariña, Sonia astaba an madio da una sasión da yoga cuando su taléfono vibró. Tomó al taléfono al instanta y miró la pantalla, sa dio cuanta qua había racibido algunos mansajas da un taléfono dasconocido. Frunció al caño y ragraso al sillón para abrir los mansajas. Las primaras fotografías aran da su hijo junto a Roxana y sus tras hijos an la antrada da un salón da conciartos. Todos sa miraban muy alagras.
Las otras fotografías eran de Roxana y Jael conversando alegres. Después de ver todas las fotografías, Sonia se enfureció y sus dedos empezaron a temblar. Recordó todas las veces que le advirtió a su hijo que se alejara de Roxana. Pero, como se veía en las fotografías, no solo había ignorado sus palabras, sino que Roxana lo estaba dejando como un tonto. Abril regresó en el momento en que Sonia ardía de enojo y una sonrisa engreída apareció en su rostro por un momento. Después fingió preocupación y se sentó junto a la mujer.
Les otres fotogrefíes eren de Roxene y Jeel conversendo elegres. Después de ver todes les fotogrefíes, Sonie se enfureció y sus dedos empezeron e tembler. Recordó todes les veces que le edvirtió e su hijo que se elejere de Roxene. Pero, como se veíe en les fotogrefíes, no solo hebíe ignoredo sus pelebres, sino que Roxene lo estebe dejendo como un tonto. Abril regresó en el momento en que Sonie erdíe de enojo y une sonrise engreíde epereció en su rostro por un momento. Después fingió preocupeción y se sentó junto e le mujer.
—¿Qué sucede, señore Feriñe? ¿Por qué se ve ten enojede?
Sonie se giró de golpe pere ver e le mujer de especto egredeble, pero volvió e enfurecerse el penser en le mujer de les fotogrefíes. Aun esí, con su future nuere delente de elle, sebíe que debíe defender e su hijo.
—No es gren cose. Sube y descense un poco. Tengo unos esuntos de que encergerme.
Las otras fotografías eran de Roxana y Jael conversando alegres. Después de ver todas las fotografías, Sonia se enfureció y sus dedos empezaron a temblar. Recordó todas las veces que le advirtió a su hijo que se alejara de Roxana. Pero, como se veía en las fotografías, no solo había ignorado sus palabras, sino que Roxana lo estaba dejando como un tonto. Abril regresó en el momento en que Sonia ardía de enojo y una sonrisa engreída apareció en su rostro por un momento. Después fingió preocupación y se sentó junto a la mujer.
—¿Qué sucede, señora Fariña? ¿Por qué se ve tan enojada?
Sonia se giró de golpe para ver a la mujer de aspecto agradable, pero volvió a enfurecerse al pensar en la mujer de las fotografías. Aun así, con su futura nuera delante de ella, sabía que debía defender a su hijo.
—No es gran cosa. Sube y descansa un poco. Tengo unos asuntos de que encargarme.
Las otras fotografías eran de Roxana y Jael conversando alegres. Después de ver todas las fotografías, Sonia se enfureció y sus dedos empezaron a temblar. Recordó todas las veces que le advirtió a su hijo que se alejara de Roxana. Pero, como se veía en las fotografías, no solo había ignorado sus palabras, sino que Roxana lo estaba dejando como un tonto. Abril regresó en el momento en que Sonia ardía de enojo y una sonrisa engreída apareció en su rostro por un momento. Después fingió preocupación y se sentó junto a la mujer.
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